Aun cuando no se sepa mucho de mecánica, varios saben que los problemas con la culata del coche no es cualquier cosa para tomarla a la ligera; suelen ser averías caras, según sea el caso podría incluso acabar con la vida de su vehículo. No siempre las averías son iguales, es posible que sean causadas por el mal estado de la junta, las más serias suelen ser las que implican grietas o roturas en la propia culata.

Para comprender mejor la magnitud de los fallos en esta pieza es preciso conocerla. La culata va colocada sobre el bloque motor, es la que cubre esa parte superior y en su interior resguarda las válvulas, los colectores de escape y admisión, el árbol de levas y los elementos que alimentan a la máquina con combustible. El bloque y la culata están atornillados uno al otro y entre ambos está la junta de culata, la cual asegura que el componente mantenga su estanqueidad.

Algunos de los síntomas más frecuentes que evidencian averías de la culata pueden ser muy sencillos de detectar, pero otros podrían pasar inadvertidos. Por ello, sea un conductor manitas o no, es bueno saber detectar algunas de las señales más habituales para atender el coche a buen tiempo:

Humo denso y blanco: el más obvio salta a la vista, el humo blanco y espeso por el tubo de escape es muestra de que el refrigerante se está pasando hacia las cámaras de combustión. Ello hace que merme el rendimiento del vehículo, sea difícil de arrancar y dé tirones.

Aceite y refrigerante mezclado: cuando se mide el aceite la varilla debe salir solo aceitosa, en caso de que se note un residuo viscoso color beige, lo más seguro es que se estén mezclando el lubricante con el líquido anticongelante. Esta misma sustancia cremosa podría verse en el vaso de expansión del refrigerante, lo que indica que el aceite se está yendo al circuito de refrigeración.

Circuito de refrigeración con mucha presión: este síntoma se nota al abriendo el capó, estando el motor caliente sujete con cuidado el tubo que va desde el radiador hasta el motor; este debe sentirse rígido y caliente, pero no tanto como para que no pueda ceder un poco al apretarlo. Otra manera es revisando el vaso de expansión y arrancar el motor mientras tiene abierta la pieza, si se notan burbujas hay problemas.

Las averías de la culata o su junta podrían costarle el motor del coche, de ser así y requiere un reemplazo, una excelente alternativa son los de segunda mano. Para localizar un motor volkswagen, Mitsubishi, Renault o cualquier marca, lo mejor es consultar vía online con una central de desguaces especializada, así se ahorra la búsqueda de un lugar a otro y amplía su rango sin salir de casa.